En el vecindario de Latinoamérica, hay dos gobiernos que de vez en cuando traen sus roces. Son los de Colombia y Nicaragua, que este martes protagonizaron un nuevo pleito. Lo que pasó fue que el régimen de Daniel Ortega sacó un comunicado bien heavy en el que desconoció a la cancillería del país sudamericano, que también tachó de ser “intervencionista”.
¿Por qué dijo estas cosas? El meollo del asunto se empezó a cocinar desde el sábado, cuando el gobierno colombiano de Gustavo Petro mostró su “preocupación” por las acciones de Managua en contra de la Universidad Centroamericana de Nicaragua (UCA), la cual fue confiscada y señalada de “terrorismo” por las autoridades represoras. Cabe decir que esta escuela era considerada como el último bastión del libre pensamiento en la nación centroamericana.
Tras esto, Bogotá condenó el hecho y, acto seguido, Managua respondió desconociendo a la diplomacia colombiana. Aunque aquí es importante aclarar algo: de acuerdo con El País, la académica Sandra Borda explicó que esta jugada de “desconocer” cancillerías en realidad no es algo que exista en las relaciones internacionales. O sea, fue más show que nada.