El “no oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado” más grande de la semana en la política internacional lo están dando los militares golpistas en Níger. Pese a los reclamos de la comunidad internacional para que liberen al presidente depuesto, la junta militar que gobierna de facto el país decidió acusar de traición a Mohamed Bazoum, el mandatario que fue sacado del poder a la fuerza con el golpe de Estado del pasado 26 de julio. Los golpistas aseguran que Bazoum enfrentará cargos por “alta traición” y “socavar la seguridad nacional e internacional” del país, luego de que él hablara con líderes extranjeros estando detenido.