Un excomandante del grupo prorruso Wagner llegó desesperado a Noruega para pedir asilo. Fue identificado como Andrey Medvedev, quien logró separarse de su batallón para esconderse en Rusia y cruzar la frontera nórdica el viernes pasado. Temía por su vida porque había hablado de las injusticias cometidas dentro del grupo. Justo hace un mes Andrey dijo a The Guardian que fue testigo de varios asesinatos de combatientes del grupo a sangre fría cometidos por comandantes, en Ucrania, acusados de desobedecer órdenes. Sobre su situación, la Dirección de Inmigración noruega le dijo a Associated Press que no puede dar más detalles por razones de seguridad.