Una ola de caos arrasó en Tamaulipas durante la madrugada de este domingo —26 de febrero— después de que un grupo de militares supuestamente abrió fuego contra una camioneta en la que se encontraban seis jóvenes que iban saliendo de un antro ubicado en la colonia Manuel Cavazos Lerma, en Nuevo Laredo.
De acuerdo con el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL), que cuenta con un largo historial de denuncias contra abusos de las Fuerzas Armadas, este vehículo recibió por lo menos 20 balazos. Asimismo, algunos vecinos denunciaron que al menos dos de estos jóvenes, que ya se encontraban tirados sobre la banqueta, fueron rematados con disparos en la nuca. Aunque tristemente cinco de estas personas murieron, uno de ellos logró sobrevivir pero se encuentra grave en un hospital privado, con al menos dos impactos de bala en su cuerpo.
Este incidente desencadenó que, horas después, las y los familiares de las víctimas junto con varios vecinos de la zona salieran a protestar. Algunos compartieron videos en redes sociales donde se ven a decenas de personas agrediendo al menos a dos soldados, una acción que luego luego fue respondida por los militares disparando al aire y al piso. Asimismo, al menos dos uniformados arrebataron algunos teléfonos de personas que se encontraban grabando los hechos. Otro video que se viralizó fue uno en el que se escucha a una persona gritando del dolor y acusando a un militar por haberle propinado descargas eléctricas con una “chicharra”.
Cabe decir que en el lugar, un elemento se cayó y fue atropellado por una camioneta militar.
Hasta el momento, ninguna autoridad ha informado o comentado sobre el asunto mas que una fuente de la Fiscalía de Tamaulipas que habló con El País y comentó que, al tratarse de un incidente que involucró a militares, debería ser la Fiscalía General de la República quien comente sobre el asunto. Asimismo, una fuente del gobierno tamaulipeco informó al mismo medio que ya hay algunos peritos de dicha dependencia en el lugar de los hechos.
Por otra parte, entre los que sí han alzado la voz se encuentra el presidente de la CDHNL, Raymundo Ramos, que lanzó un comunicado en el que, además de denunciar que fue agredido por estos uniformados cuando acudió al lugar de los hechos e intentó ayudar a una mujer de la tercera edad que requería atención médica, dijo que “en Nuevo Laredo los militares están fuera de control”. Por último, realizó un llamado urgente a las autoridades para que lleven a cabo una investigación exhaustiva de esta nueva masacre.
Quien también salió al quite fue el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (también conocido como el Centro Prodh). Lo hizo señalando que el caso debe ser puesto bajo la lupa de autoridades civiles como la Fiscalía General de la República (FGR) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y calificó de "preocupante" que dichas instituciones no se hayan pronunciado al respecto.
El historial de eventos controvertidos que involucran a las Fuerzas Armadas en Tamaulipas es largo y complejo, y las denuncias por excesos contra el Ejército y la Armada han sido una constante desde la presidencia de Felipe Calderón (2006-2012) hasta la actual de Andrés Manuel López Obrador.
