• Telokwento
  • Posts
  • La pobreza multidimensional: una mirada más amplia a la desigualdad

La pobreza multidimensional: una mirada más amplia a la desigualdad

En cuanto a la pobreza, debemos realizar análisis que vayan más allá de las cifras y estadísticas.

La pobreza multidimensional es una forma más completa de entender la pobreza, ya que va más allá del ingreso económico. No se trata solo de cuánto dinero tiene una persona o un hogar, sino de si puede ejercer plenamente sus derechos y vivir con dignidad . Este concepto fue desarrollado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y adaptado en México por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). En este enfoque, una persona puede tener ingresos por encima de la línea de pobreza, pero seguir siendo pobre si no tiene acceso a salud, educación o vivienda adecuada.

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), actualmente la autoridad encargada de medir este indicador, confirman que más de 13 millones de personas salieron de la pobreza durante el sexenio pasado. Sin embargo, en contraste con la mejora en los ingresos, la dimensión social de la pobreza multidimensional empeoró: pasó de afectar al 26% al 32% de la población. ¿Qué significa esto? Que, aunque ha habido avances en el mercado laboral, como el aumento del salario mínimo, millones de personas siguen sin acceder al cumplimiento de otros derechos esenciales.

Muchxs mexicanxs no tienen acceso a servicios médicos básicos, a especialistas en salud ni a chequeos preventivos que permitan detectar enfermedades crónicas o mortales a tiempo. La pobreza multidimensional muestra que la pobreza no es solo falta de dinero, sino falta de derechos. Por eso, es urgente fortalecer los mecanismos gubernamentales y las políticas públicas destinadas a garantizar un desarrollo social integral, especialmente en las periferias urbanas y zonas rurales, donde las personas enfrentan mayores obstáculos para acceder a educación, salud, seguridad social, vivienda digna, servicios básicos y alimentación adecuada.

Debemos realizar análisis que vayan más allá de las cifras y estadísticas. Comprender la pobreza multidimensional implica reconocer sus causas estructurales y cómo interactúan factores económicos, sociales y territoriales. Solo así podremos diseñar soluciones duraderas que no se limiten a incrementar ingresos, sino que garanticen igualdad de oportunidades, acceso real a derechos y una vida digna para todas las personas.

SOBRE LA AUTORA


Hiromi Amador es licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad Iberoamericana y cuenta con una trayectoria en el ámbito de los derechos humanos y la justicia social. Ha colaborado con organizaciones no gubernamentales dedicadas al antipunitivismo, la resolución de conflictos vinculados con la inseguridad y la violencia, así como la defensa de los derechos humanos, especialmente desde el área de incidencia política. Su trabajo se enfoca en temas como la desigualdad, la pobreza, el género y la migración. Además, ha publicado artículos académicos y de opinión en diversos medios de comunicación, en los que aborda cuestiones clave relacionadas con la justicia social y los derechos humanos. Su compromiso está orientado a transformar las estructuras sociales y a promover una cultura de paz y equidad.