Al parecer París está pasando de ser “la ciudad de las luces” a “la ciudad de la basura”. Y es que, luego de que las y los recolectores de desechos se unieron a la huelga masiva en contra de los planes del gobierno para aumentar la edad de jubilación, los rincones parisinos se encuentran cubiertos de bolsas de basura porque no hay quién las recoja. Se estima que unas 7,000 toneladas de desperdicios están amontonados en las aceras de la capital francesa. Además se espera que esta crisis se ponga peor esta semana en que los legisladores discutirán la famosa propuesta de jubilación.