El pasado domingo, 28 de mayo, tuvieron lugar las elecciones autonómicas y municipales de España, donde la oposición de derecha liderada por el PP fue la gran ganadora de la jornada. Tanto, que este lunes, 29 de mayo, el presi del Gobierno, Pedro Sánchez, no tuvo de otra más que disolver el Parlamento y adelantar las elecciones generales al 23 de julio —pssst! cinco meses antes de que se agote el plazo ordinario— ante el riesgo que existe de que su gobierno y partido, el PSOE, pierdan más fuerza en los próximos meses.
¿De verdad les fue taaan mal?
Tú dirás, pero el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) perdió varios bastiones que tenía en el mapa español frente a sus sus rivales del Partido Popular, aka el PP. Para ser claros, los socialistas apenas pudieron arañar tres de las 12 regiones donde se celebraron los comicios. Donde los socialistas de plano no dieron ni una fue en las regiones de Valencia, Aragón, Baleares y Extremadura. El resto probablemente quedará en manos de los centroderechistas del PP —a falta de confirmar los resultados—, aunque no todo es miel sobre hojuelas….
¿Se viene una alianza de las derechas?
Si bien el PP arrasó en casi todas las regiones y dejó a sus rivales del PSOE en la lona, lo cierto es que no pueden cantar totalmente victoria. Y es que en casi todos los lugares no alcanzaron una mayoría taaan contundente, por lo que tendrán que buscar sí o sí coaliciones o acuerdos informales para poder gobernar. Ahí es en donde entran los ultraderechistas de Vox, que también ganaron terreno en las elecciones y pintan para ser los aliados de los populares. Sobre eso, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, dijo que no le abrirá las puertas a los ultraderechistas, pero nada está seguro…