El gobierno de Afganistán ya no sabe ni cómo hacerle para contener la violencia que se ha desatado en el país a raíz de la ofensiva talibán, que cada día logra conquistar más territorios afganos. Como la vida de los civiles está en riesgo inminente, el gobierno impuso un toque de queda nocturno en 31 de las 34 provincias del país, menos en Panjshir, Nangarhar y la capital Kabul. Desde la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán, el Grupo Talibán ha incrementado su presencia en el país y se ha hecho del control de puntos estratégicos como un paso fronterizo con Pakistán.