Quien era la persona más longeva del mundo, dio su último aliento a los 118 años. Se trata de la francesa Lucile Randon, que empezó su labor como monja desde 1944, cuando la nombraron como la Hermana André. Imagínate, ¡apenas estaba por terminar la Segunda Guerra Mundial cuando eso sucedió! Y es que ella nació en 1904, viviendo casi todo el siglo XX y todo lo que llevábamos del XXI. Ahora está descansando, después de fallecer mientras dormía en un asilo ubicado en Toulon, donde a pesar de ser ciega y andar en silla de ruedas, nunca dejó de ayudar a otras personas mayores.