Si cortar con un amix duele mucho más que cortar con un novio o novia, imagínate lo chipi que ha de andar la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) después de que se enteró este viernes —24 de febrero— que el gobierno de la presidenta Dina Boluarte se cansó de los comentarios de AMLO en su contra, y optó por dar un tijeretazo a su relación con la capital mexa regresando a Perú a su embajador en México, Manuel Gerardo Talavera.
¿Exactamente qué fue lo qué pasó? Al parecer, la última gota que derramó el vaso fue un comentario que hizo AMLO durante su conferencia mañanera del pasado viernes —24 de febrero—. Y es que, durante esta dijo que había visto encuestas que señalaban que “la presidenta espuria tiene el 15% de aceptación y el 85% la desaprueba”, mientras que los miembros del parlamento andino “tienen el 90% del rechazo y aun así ellos mandan con las bayonetas y con la represión, la fuerza”.
Corte B: en la noche de ese mismo día, Perú le dijo córtalas a México y dio un pasito para atrás en una relación que llevaba casi 200 años de antigüedad.
Al día siguiente, la Secretaría de Relaciones Exteriores sacó un comunicado en el que lamentó este giro de hechos. Asimismo reiteró su convicción de seguir en contacto diplomático y por último puso changuitos para que pronto pueda alcanzarse un acuerdo democrático con su país hermano latinoamericano.
¡Ojo! Este drama no quiere decir que México y Perú cortaron definitivamente sus relaciones, únicamente redujeron sus queveres a temas de negocios, no diplomáticos.
