La monja Raffaella Petrini fue nombrada por el Papa Francisco como la número dos de facto del Estado del Vaticano
A paso de tortuga, pero algunos cambios están empezando a asomarse en la Iglesia Católica. Un ejemplo de ello es que el Papa Francisco designó el día de ayer a la monja italiana y franciscana Raffaella Petrini como su mano derecha y secretaria general de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano. Esta decisión convirtió a Petrini en la mujer de más alto rango en toda la estructura eclesiástica, pero no es la única, pues precisamente Francisco ha sido el papa que más mujeres ha incluido en la representación de su Iglesia. Con este nombramiento las nuevas tareas de Raffaella consistirán en coordinar y administrar a la policía, los bomberos, la sanidad y los museos del Estado más pequeño del mundo, los cuales representan la principal fuente de ingresos de todo el Vaticano. Aún así, el sector feminista dentro de la Iglesia Católica no canta victoria y mantendrá las presiones para que los avances sobre el involucramiento de las mujeres en la institución sean realmente profundos y no solo por encimita.