Tras un larguísimo debate, el Parlamento de Portugal aprobó este viernes legalizar la eutanasia. Ahora, el derecho a la muerte asistida estará a la mano de las personas mayores de 18 años que se encuentren en situación terminal o atravesando un sufrimiento físico intolerable. De momento, la ley no aplicará a extranjeros ni tampoco para personas que se considere que no están aptas mentalmente para tomar esta decisión. Algunos sectores del país se molestaron y se opusieron a la legislación, incluyendo el presidente conservador Marcelo Rebelo de Sousa.