¿Y por qué tanto relajo?
Porque la mañana del jueves —15 de diciembre— vino una sacudida desde Palacio, ya que López Obrador amenazó en su mañanera con vetar la reforma si es que se aprobaba con todo y la cláusula de "vida eterna” para los minipartidos —pssst! acuérdate que es la que les ayuda a mantener su registro a pesar de que no obtengan el 3% en las votaciones—.
Fue ahí donde AMLO dejó bien claro que, de ser necesario, podía echar todo para atrás. Al final, medio regañado por el presidente, el PVEM renunció a este capricho antes de la votación en el Pleno. Por esto el Plan B volvió a tener modificaciones y regresará al Senado.
AMLO habló de Monreal
Si hay algo en lo que podemos estar de acuerdo es en que uno de los discursos que más resonó durante las discusiones del Plan B de la reforma electoral, fue el que hizo Ricardo Monreal a la hora votar en contra de la iniciativa y hacer públicas sus opiniones respecto al chanchullo que estaba ocurriendo.
Eso sí, Monreal hizo énfasis en que su discurso venía desde el cora y no involucraba "al grupo parlamentario en el que participa". Y resulta que el mero mero de Morena —aka AMLO— se lavó las manos en su mañanera de este jueves —15 de diciembre— diciendo que él no iba a ser el que decidiría si Monreal merecía o no que lo corrieran y, AMLO siendo AMLO, decidió pasarle la papa caliente al pueblo, o "el tribunal popular", que pondrá en su lugar al senador y decidirá su futuro político.
“Nada de purgas, por convicción, y además porque no queremos que vayan a usar una actitud de intolerancia para afianzar la creencia conservadora de que somos estalinistas. No, no, no”, fue lo que dijo AMLO.
Espérate que ahí no acabó el asunto
Los que siguen ardidísimos son los miembros del bloque opositor —aka los del PRI, PAN, MC, PRD y Grupo Plural—, quienes salieron a decir que esto no se quedará así, pues planean pararse ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para impugnar la reforma —esto en caaaso de que se apruebe—. Y es que, además de considerar que varios de los principales puntos de la iniciativa electoral son inconstitucionales, también creen que los de la bancada de Morena violaron de numerosas formas el proceso legislativo para lograr que el Senado aprobara en comisiones esta iniciativa.
Ante ello, AMLO dijo que la chamba de analizar todo ese argüente recaería en los ministros, a quienes aprovechó para tirarles flores y comentar que confiaba ciegamente en su juicio. Mira que, si bien no sabemos leer mentes, en una de esas es posible que mientras AMLO decía estas palabras, estaba pensando que las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se encuentran en estos momentos dándole las gracias a su actual presidente, Arturo Zaldívar, y preparándose para votar y estrenar un nuevo líder el próximo 2 de enero.