Para mostrar su descontento con las políticas pro-petroleras del Reino Unido, una bolita de activistas de Greenpeace se lanzó a la casa del primer ministro, Rishi Sunak, y la tapó con mantas negras. Se subieron con escaleras al techo, donde desplegaron la tela. Cabe decir que el primer ministro y su familia no estaban en casa en esos momentos, así que no vieron el acto en primera fila. Esta protesta se dio después de que la administración de Sunak tomara la decisión esta semana de expandir las extracciones británicas de petróleo y gas natural en el mar del Norte.