Poco a poco, el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, va tachando los pendientes que le dejaron sus antecesores en el 10 de Downing Street. Ahora, quiere poner mano dura ante la crisis de personas refugiadas que llegan a su territorio a través del Canal de la Mancha, quitándoles para siempre su derecho a pedir asilo. De hecho, las leyes actuales ya castigan a las personas desplazadas que toman esta vía para llegar al Reino y pedir ayuda, prohibiéndoles entrar en unos cinco a diez años. Se espera que esta propuesta sea presentada hoy mismo de la mano de su ministra del Interior, Suella Braverman.