No lo sé, Rick...
Muuuuuuuy sospechosamente, en Moscú anunciaron que una quinta parte de las exportaciones de gas natural que llegan a Europa occidental a través del gasoducto Nord Stream dejarán de enviarse temporalmente. Oficialmente, la paraestatal Gazprom PJSC reportó que este recorte se debe a que hubo fallas en su infraestructura, aunque claro está que, en estos tiempos de guerra económica, eso suena más a excusa que a realidad.
Molestos y asustados…
Están en Bruselas, en donde no dudaron ni un segundo que esta medida tiene detrás una estrategia de Vladimir Putin para hacer una jugada maestra y molestar a Occidente en el ajedrez geopolítico que se traen desde febrero, cuando empezó la invasión a Ucrania. Según algunos funcionarios y analistas europeos, estos recortes son una manera de manipular a sus clientes –que a la vez son sus rivales–, ya que es más conveniente para el Kremlin ir jugando con los flujos de gas para aplicar un “estira y afloja”, que aplicar un corte total. De esta forma, temen que por no dar su brazo a torcer en esta partida, pasen un invierno bastante gélido por tener una escasez de gas en los hogares.
Mientras tanto, en África…
Tal y como te lo contamos hace unos días, Rusia se está lavando cómodamente las manos frente a la crisis alimentaria que ha causado por frenar las exportaciones de granos y cereales ucranianos en el Mar Negro. El encargado de llevar las excusas fue el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, que visitó Egipto, la República del Congo, Uganda y Etiopía, en donde básicamente dijo que la culpa es de las sequías y de las sanciones de Occidente.