Si la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Guatemala hubiera sido un partido de futbol, la candidata del Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Sandra Torres, hubiera perdido por goleada frente a su oponente, Bernardo Arévalo. Y es que, haciendo cuentas, el ganador se llevó 2.4 millones de votos, lo que representa un 59% de las preferencias. En contraste, Torres apenas sumó 1.5 millones de papeletas, lo que representó un 37%.
Aún así, la abanderada de la UNE no quiere aceptar su derrota… o más bien, reconocer la victoria del candidato del Movimiento Semilla. Por ahora, la aspirante anunció que va a esperar a que “se esclarezcan los resultados con total transparencia”. Y es que, Sandra lleva un rato quejándose porque, según ella, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no ha dicho qué onda con las “anomalías” que fueron reportadas en el sistema de digitalización de votos de la Ciudad de Guatemala.