Luego de los dos tiroteos masivos que cobraron la vida de 17 personas en Serbia la semana pasada, más de 10,000 manifestantes organizaron una marcha silenciosa para exigir que pare la violencia armada en el país. Se reunieron a las afueras del Parlamento, en Belgrado, donde pidieron la renuncia de altos funcionarios; a su vez, hicieron un llamado a los medios de comunicación para que no fomenten la cultura de las armas. Y es que, la nación balcánica es la top uno en Europa en portación de armas de fuego con un 39% de su población teniendo una, según Small Arms Survey.