Por fin las autoridades de China pusieron punto final al súper confinamiento en Shanghái. Así como lo lees, después de dos meses de intenso encierro, restricciones pesadísimas y hasta protestas por la escasez de comida y productos básicos, la capital financiera del gigante asiático está regresando a la normalidad —con una reapertura gradual—, dando un respiro a todas las personas, que no podían ni salir a tomar aire. Así, ante la baja de casos de coronavirus, los casi 25 millones de residentes en la urbe volvieron a tomar el transporte público, regresaron a sus oficinas y se regalaron caminatas en el paseo marítimo del Bund.