Bien dicen que nadie está obligado a lo imposible y por mucho que Suecia se muere de ganas por unirse a la OTAN, no puede permitirse cumplir todas las demandas que Turquía le ha hecho para que entre al club transatlántico. Así lo informó el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, que dijo que hicieron de todo para complacer a los turcos con tal de que no veten su acceso a la organización de defensa, aunque hay cosas a las que no pueden acceder como algunas solicitudes de extradición. Con esto, la solicitud de Suecia —así como la de Finlandia— volvió a quedar en la congeladora.