Después de 18 meses de trabajo —en los que entrevistaron a miles de personas, revisaron más de un millón de documentos y citaron a un centenar de testigos—, los nueve integrantes del comité del Congreso estadounidense que investigó el asalto al Capitolio del 6 de enero del 2021 cerraron con broche de oro sus investigaciones, pidiéndole de manera unánime al Departamento de Justicia que procesen penalmente a Donald Trump.
Esto después de que se llegó a la conclusión de que el exmandatario jugó un rol importante en aquella violenta jornada, además de incitarla con teorías conspiranoicas durante 64 días previos a este suceso. Y es que, como recordarás, Trump estuvo duro y dale con que le habían robado la elección.
Ahora, los siete demócratas y dos republicanos que conforman este grupo acusan al magnate de cuatro delitos: incitar la insurrección, obstrucción de un procedimiento oficial del Congreso, conspiración contra los Estados Unidos y conspiración para hacer declaraciones falsas.
¡Ojo! Pues hay un punto súper importante que no se te puede ir, y es que esta decisión no quiere decir que mandarán directito al republicano a los tribunales, ya que el comité no tiene el poder para iniciar procedimientos legales.
Como dijo Bennie Thompson, quien además de ser presidente del Comité es representante demócrata de Misisipi, esa es una responsabilidad que le toca al sistema judicial criminal tramitar. Aunque, eso sí, deja un mensaje importantísimo para que de una buena vez investiguen a Trump por este asunto.
Resulta que, además de los cargos penales que se emitieron contra Trump, la Comisión también mandó a cuatro republicanos del Congreso al Comité de Ética de la Cámara por no atender a sus citaciones. Se trata de Kevin McCarthy (California), y de los representantes Jim Jordan (Ohio), Scott Perry (Pensilvania) y Andy Biggs (Arizona).
