El gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana, aka “Plataforma Unitaria de Venezuela”, habían iniciado conversaciones en la Ciudad de México desde el pasado 13 de agosto para intentar encontrar una solución a la crisis política y económica. Pero estas pláticas se rompieron porque Maduro se enojó con la extradición a Estados Unidos de Alex Saab, su amigo del alma, supuesto testaferro y exagente de la DEA. Pero como las cosas siguen fatal para los venezolanos, Estados Unidos, Unión Europea y otros 19 países pidieron urgentemente que se retomen las charlas en CDMX con la promesa de levantar sanciones a los chavistas.