Este finde nos enteramos de algo que se sintió como déjà vu. Resulta que la ministra Yasmín Esquivel también pudo hacer de las suyas en 2009, ya que presuntamente cometió plagio en la tesis con la que se graduó en el doctorado en Derecho de la Universidad Anáhuac. Así lo destapó una nueva investigación de El País, que reportó que la abogada hizo copy paste en el 46.5% de “su” texto titulado “Los derechos fundamentales en el sistema jurídico mexicano y su defensa”.
¿Tanto así? Fíjate que de las 456 páginas del documento, 209 fueron tomadas de trabajos que se publicaron antes por otros 12 autores, entre los cuales se encuentra Jorge Carpizo MacGregor, un exrector de la UNAM; un expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos; un expresidente del Tribunal Supremo de España; así como algunos abogados mexicanos, italianos, españoles y alemanes. La cosa se puso más interesante después de que dos de estas personas se echaron un cafecito con El País y reconocieron que sí fueron plagiados. ¿Será que nadie se sentó con ella a enseñarle a citar en APA?
El abogado de Esquivel, Alejandro Romano, que con la mano en la cintura solicitó que nadie piense mal de su clienta, ya que lo que se anda llamando plagio para él fueron “descuidos” o “deficiencias” de la entonces doctorante.
Fue la Universidad Anáhuac, que después del escándalo se lavó las manos en un comunicado, donde dijo que no podría sancionar a Esquivel porque ya pasaron más de tres años desde que presentó el texto y ya no se puede “llevar a cabo una acción que la cuestione”. Asimismo comentó que en aquel entonces no se contaban con las suficientes herramientas para detectar si se trataba de un trabajo de investigación plagiado.
Por otro lado, a pesar de que el asesor de tesis de doctorado de la ministra salió a defenderla y asegurar su inocencia cuando se dio a conocer que había plagiado su tesis de licenciatura, en esta ocasión, José Antonio Núñez Ochoa, prefirió ponerse un candado en la boca y mirar para otro lado.
