Rumbo al Nike After Dark Tour: La línea de arranque

Empezar a correr es para las y los más valientes. Desde Forest Gump corriendo con sus tenis Nike por Estados Unidos hasta los relatos de Murakami en sus novelas, correr es presentado como un acto deliberado y catártico que cambia, literalmente, el arco del personaje principal. Es una manera de dar pie a algo nuevo en su trama. En mi caso, empecé a correr porque me invitaron. Así de sencillo. Y es que la simple idea de correr me chocaba. En todos mis años como tenista jamás disfruté correr. Para mí representaba la parte más tediosa del entrenamiento y corría porque necesitaba mejorar mi rendimiento físico. No por gusto. Pero como bien dicen, nunca digas nunca. 

En el último año mis redes sociales han estado llenas de videos, historias y personas que han encontrado en el running un nuevo estilo de vida. Correr maratones, comprar los tenis correctos y hasta encontrar al running club adecuado se había convertido en parte de mi consumo mediático. Básicamente estaba sumergida en la vida virtual de las corredoras sin ser parte de ellas. Pero seguía sin entender por qué la gente se sometía horas bajo el sol para acumular kilómetros. ¿Qué hay de divertido? ¿Me estoy perdiendo de algo? ¿Vale la pena retarse de esa manera? 

Entonces, cuando el equipo de Nike se acercó para invitarme a correr el After Dark Tour de la Ciudad de México, mi naturaleza curiosa me impulsó a encontrar las respuestas a las preguntas que habían surgido en el último año. Así que acepté casi casi sin pensarlo. El correr se había convertido no solo en un reto personal, sino también en una investigación de campo. Además, sabía que iba a ser una experiencia muy interesante y moría de ganas de hacer algo que se saliera completamente de mi zona de confort.

El primer acercamiento que tuve con After Dark Tour fue bastante misterioso. Me llegó un paquete cilíndrico con unas instrucciones que decían: 

01: Espera a que oscurezca.

02: Abre el tubo.

03: Apaga las luces. 

04: Enciende la lámpara UV.

Esperé a que se hiciera de noche y ¿qué apareció? Un póster que a simple vista parecía no tener nada, pero cuando lo ponías en contacto con la luz UV, aparecía un mensaje: A race for women around the world. Mexico City, Mexico 2025. Y desde ese instante supe que esa carrera sería algo especial. 

Así que me puse las pilas y comencé con el entrenamiento. Terminar un medio maratón no es tarea fácil y menos para una corredora novata como yo. Las primeras semanas de entrenamiento fueron muy difíciles. Correr 5 kilómetros me costaba bastante. El cuerpo me dolía, la cadera me rechinaba y los arcos de los pies se me acalambraban. Sinceramente no esperaba que el impacto en mi cuerpo fuera tanto considerando que soy una persona activa físicamente. Pero fue un reto bastante fuerte. 

Al poco tiempo descubrí que parte de mi malestar era porque no estaba corriendo con la técnica adecuada. Caer con el talón estaba provocando que mis articulaciones resintieran al triple el impacto con el pavimento. Por suerte, conocía a varias corredoras que me fueron dando tips para mejorar mi pisada y con bastante esfuerzo logré mejorar mi técnica. Claro que sigo teniendo mis errores, pero empezar a correr con la parte media del pie ayudó a que me dejara de doler el cuerpo. 

Poco a poco comencé a aumentar mi carga de entrenamiento y a la fecha estoy corriendo de 25 a 30 kilómetros a la semana, cosa que hace un par de meses parecía una locura. Y en el camino he conocido a personas increíbles que me siguen motivando. Gracias a Nike he coincidido con otras mujeres inspiradoras que también correrán el After Dark Tour y con quienes tuve el privilegio de conversar y recorrer las calles del Centro Histórico. Durante ese primer encuentro compartimos anécdotas, tips y las expectativas que tenemos rumbo al After Dark Tour. Además, coincidimos en que correr nos ha hecho vivir la ciudad de una manera completamente distinta. 

Y es que, por lo menos en mi caso, recorrer las caóticas calles de Reforma o Chapultepec a las 6 de la mañana ha sido una experiencia liberadora. Adueñarse de la ciudad aunque sea por unas horas me ha hecho sentir parte de algo más grande. Aunque seamos una minúscula célula de esta caótica metrópoli, correrla me ha ayudado a verla con otros ojos. Desde enfrentarme a los coches en los semáforos, los adoquines salidos de la primera sección de Chapultepec y las jacarandas que florecieron en primavera, cada encuentro va revelando nuevos detalles. 

Ahora tocará adueñarse de CU, cuando nos veamos las caras en la línea de meta el tan esperado 21 de junio. Pero lo que más me emociona es que tendremos la oportunidad de correr de noche. Para mi es algo muy significativo, considerando lo difícil que es para nosotras navegar la CDMX cuando se va la luz. Correr de noche como mujer es sin duda un acto de rebeldía y libertad. Así que, ¿qué nos esperará en el After Dark Tour? Eso está por verse.